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El Juicio rápido, regulado por la Ley 38/2002, de 24 de octubre, es una herramienta clave en el sistema penal español para resolver delitos de manera ágil y eficiente. Está diseñado para casos donde la instrucción es sencilla, este procedimiento busca evitar largas demoras judiciales y ofrecer una solución rápida tanto para el acusado como para las víctimas.

 ¿Qué es un juicio rápido?

El juicio rápido es un procedimiento penal diseñado para agilizar determinados casos, evitando demoras innecesarias. Está regulado principalmente por los artículos 795 a 803 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal (LECrim). Este procedimiento aplica a delitos castigados con penas de prisión de hasta 5 años o a aquellos con penas alternativas, conjuntas o únicas que, en cualquier caso, no excedan los 10 años de duración, independientemente de su naturaleza o cuantía., como:

Este procedimiento se utiliza para delitos flagrantes, donde las pruebas y los hechos son claros desde el inicio o cuya instrucción sencilla. Pero, ¿qué entendemos exactamente por delito flagrante?

Un delito flagrante es aquel que se está cometiendo en el momento en que es descubierto o justo después de haberse cometido, permitiendo identificar al autor sin lugar a dudas. Esto ocurre cuando el sospechoso es sorprendido cometiendo el delito o se encuentra con pruebas inmediatas que lo vinculan al delito, como objetos sustraídos o armas utilizadas.

 Fases del Juicio Rápido

El procedimiento del juicio rápido consta de diferentes fases muy definidas, y cada una de ellas debe cumplirse en plazos muy estrictos.

Inicio del procedimiento

El juicio rápido comienza con la presentación del atestado policial ante el Juzgado de Guardia. Que podrá iniciarse de dos formas:

  • Por detención: Si el acusado es detenido “in fraganti”, será puesto a disposición del juez en un plazo máximo de 24 ó 48 horas.
  • Por citación directa: Si no hay detención, la policía cita al investigado para comparecer directamente en el juzgado.

En esta fase resulta muy importante que el investigado reciba asistencia de un abogado defensor para garantizar que sus derechos sean respetados.

Inicio de las Diligencias Urgentes

El Juez de Guardia abre la fase de diligencias urgentes tras recibir el atestado policial. Estas actuaciones buscan recopilar las pruebas necesarias antes de que termine el servicio de guardia, que puede durar entre 24 y 48 horas en grandes ciudades.
Durante esta etapa, se realizan:

  • Declaraciones del investigado, testigos y, en su caso, peritos.
  • Solicitudes de informes técnicos o periciales.
  • Consulta de los antecedentes penales del acusado.

El objetivo es decidir si el caso procede como juicio rápido o si debe transformarse en diligencias previas del procedimiento abreviado.

Comparecencia para la calificación de los hechos.

Tras completar las diligencias urgentes de juicio rápido y haberse practicado las declaraciones de denunciante e investigado. El Juez de Guardia

 Las partes, Ministerio Fiscal, abogado de la defensa y abogado de la acusación particular, si existe. Se reunirán en una comparecencia en la misma comparecencia ante el Juez al Ministerio Fiscal, al abogado de la defensa y su caso, al abogado de la acusación particular a una audiencia donde se tratarán las siguientes cuestiones:

Si el Juez de Guardia determina que el procedimiento de juicio rápido debe continuar, dicta una resolución de forma oral que lo confirma y da inicio a la comparecencia para la calificación jurídica de los hechos. En esta etapa, el Ministerio Fiscal y la acusación particular solicitarán la apertura del juicio oral, mientras que el abogado defensor solicitará el sobreseimiento y archivo de las actuaciones.

En el mismo acto, tanto el Fiscal como la acusación particular presentan sus escritos de acusación de forma oral ante el Juez. Por su parte, el abogado defensor puede optar por formular su defensa de manera verbal en ese momento o solicitar un plazo adicional de 5 días para presentarla por escrito.

El acusado también tiene la posibilidad de prestar conformidad con la acusación más grave. Si decide hacerlo, el Juez puede dictar sentencia inmediata en el mismo acto, rebajando la pena en un tercio.

Celebración del Juicio Oral

Si no se alcanza un acuerdo de conformidad, el juicio oral debe celebrarse en un plazo máximo de 15 días ante el Juzgado de lo Penal. Sin embargo, en la práctica, este plazo puede extenderse debido a la saturación de los tribunales, especialmente en grandes ciudades.

En esta fase se presentan las pruebas por ambas partes, se escuchan los testimonios de la víctima, testigos y del acusado y las partes hacen sus conclusiones. Finalmente, el Juez dicta sentencia condenatoria o absolutoria, que podrá ser recurrida por cualquiera de las partes en el plazo de 5 días.

 

Sala de juicios rapidos en España

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Ventajas e inconvenientes del juicio rápido

El procedimiento de juicio rápido ofrece tanto beneficios como inconvenientes, dependiendo de las circunstancias del caso y las particularidades del delito, como en los casos de violencia de género.

Ventajas del Juicio Rápido

  1. Resolución en menor tiempo: El juicio rápido permite cerrar el proceso en días o semanas, en lugar de prolongarse durante meses o incluso años, como ocurre en otros procedimientos penales. Esto beneficia tanto al acusado como a las víctimas, al reducir el estrés y la incertidumbre del proceso judicial.
  2. Reducción de la pena en caso de conformidad: Si el acusado reconoce los hechos y acepta la acusación, puede beneficiarse de una reducción de hasta un tercio en la condena. Este incentivo fomenta acuerdos que agilizan aún más el procedimiento y minimizan las consecuencias legales.
  3. Menor coste emocional y económico. La brevedad del proceso evita el desgaste emocional asociado a los largos procedimientos judiciales. Además, reduce los costes relacionados con la defensa legal y otros gastos derivados de procedimientos más largos.
  4. Agilización del sistema judicial. Desde un enfoque más amplio, este procedimiento contribuye a descongestionar los juzgados, permitiendo que los recursos se destinen a casos con mayor complejidad.

Desventajas del Juicio Rápido

  1. Limitaciones temporales para la defensa: La mayor dificultad de este procedimiento radica en el escaso tiempo para preparar una defensa completa. Al concentrarse todas las actuaciones en un solo día, es complicado obtener el archivo del caso sin llegar a juicio, a menos que no existan pruebas concluyentes.
  2. Archivo condicionado a la falta de pruebas: Una de las pocas opciones para lograr el archivo del caso sería que el denunciante y el acusado no declaren, y que tampoco existan otras pruebas relevantes. Sin embargo, esta situación no siempre es posible ni recomendable, ya que depende de la estrategia procesal y las circunstancias del caso.
  3. Transformación del procedimiento: Si alguna de las partes, como los abogados o el Ministerio Fiscal, considera que la investigación inicial es insuficiente o requiere más tiempo, pueden solicitar que el caso se convierta en un procedimiento abreviado, lo que extendería los plazos y cambiaría la dinámica del juicio.

¿Qué hacer si te enfrentas a un juicio rápido?

Si has recibido una citación judicial o te enfrentas a un juicio rápido, actuar con rapidez es importante. Este procedimiento, aunque eficiente, deja poco margen para la defensa, lo que hace imprescindible contar con un abogado penalista desde el primer momento.

Un abogado experto en Derecho Penal analizará el atestado policial en detalle, identificará posibles errores en las diligencias y buscará las mejores opciones legales para ti. Esto incluye negociar con el Ministerio Fiscal para reducir la pena o sustituirla por trabajos en beneficio de la comunidad, y protegerte ante cualquier irregularidad que pueda afectar tus derechos.

No enfrentes este procedimiento solo; contar con un abogado penalista defensor definirá la diferencia entre una resolución favorable y un resultado condenatorio.

Cómo puede ayudarte un abogado penalista en un procedimiento por juicio rápido

El juicio rápido es un procedimiento diseñado para resolver casos penales de forma eficiente, pero su rapidez también puede complicar la defensa si no se actúa con diligencia. Contar con el asesoramiento de un abogado penalista no solo protege tus derechos, sino que puede ser clave para alcanzar el mejor resultado posible.

Si estás enfrentando un juicio rápido, no te enfrentes a él sin la preparación adecuada. Un abogado experto puede ayudarte a reducir el impacto legal y emocional del proceso. ¡No esperes más y consulta a un profesional hoy mismo!

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Soy Víctor Ávila, abogado penalista y quiero ayudarte.

 

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