+34 616 077 026 / 916 115 369 victor@victoravilaabogado.com

¿Sabías que negarte a cumplir una orden de la autoridad puede ser delito? La desobediencia a la autoridad es un delito que puede tener consecuencias graves para quien lo comete y por ello, es importante entender el equilibrio entre los derechos que te protegen y las obligaciones que debes respetar.

En este artículo, te explicaremos de forma clara y detallada qué implica este delito, las diferencias entre desobediencia leve y grave, y qué hacer si te encuentras en esta situación.Negarte a cumplir una orden legítima no siempre es delito, pero en algunos casos puede costarte la libertad. Descubre cómo se regula este delito y cómo puedes defenderte.

¿Qué es el delito de desobediencia contra la autoridad?

El delito de desobediencia a la autoridad ese produce cuando una persona, de manera consciente, decide no acatar una orden emitida por una autoridad legítima. No obstante, no todas las negativas configuran un delito: la orden debe ser válida, cumplir con los requisitos legales, y el rechazo debe ser deliberado.

Elementos clave del delito

Para que exista este delito, deben concurrir los siguientes elementos:

  • Emisión de una orden legítima: La orden debe ser emitida por una autoridad competente o sus agentes, y ajustarse a los procedimientos legales. Debe tratarse de una orden clara y directa emitida por una autoridad competente, que exija realizar o abstenerse de realizar una acción específica y factible.
  • Notificación del deber de cumplirla: El infractor debe ser consciente de la orden. Si no ha sido informado adecuadamente o desconoce la existencia de la orden, no puede considerarse responsable de este delito.
  • Negativa intencionada: La desobediencia debe ser deliberada, ya sea activa (resistencia abierta) o pasiva (ignorar la orden).
  • Gravedad de la conducta: No todas las conductas de este tipo alcanzan la categoría de delito. Para que se considere desobediencia grave, el acto debe implicar un nivel significativo de oposición. Si no se detecta esta gravedad, podría clasificarse como desobediencia leve o una infracción administrativa.

¿Quién puede denunciarte por un delito de desobediencia a la autoridad?

No cualquier persona puede acusarte de este tipo de delito. Solo las autoridades competentes tienen la capacidad legal para hacerlo, lo que incluye a funcionarios públicos con facultades reconocidas y que actúan dentro del marco de sus funciones oficiales. Estas figuras deben ejercer su jurisdicción de manera legítima al momento de emitir una orden o instrucción.  

Diferencias entre desobediencia leve y grave

El artículo 556 del Código Penal español regula las penas por delito de desobediencia a la autoridad, diferenciando entre desobediencia grave y leve.

Desobediencia leve

La desobediencia leve incluye comportamientos que, aunque irrespetuosos, no representan una oposición directa y firme a las órdenes de la autoridad. Estas acciones suelen ser sancionadas con una multa y pueden incluir:

    • Desaires o faltas de respeto, como insultos o gestos desafiantes.
    • Negarse a mostrar la documentación a un agente de policía durante un control rutinario.
    • Menosprecio hacia la autoridad sin llegar a un desafío explícito.

La pena por delito de desobediencia leve a la autoridad es de multa de uno a tres meses.

Desobediencia grave

En cambio, la desobediencia grave se da cuando existe un rechazo claro, frontal y deliberado a cumplir una orden legítima emitida por una autoridad. Este tipo de conducta implica una mayor intensidad en la negativa, lo que puede llevar a penas de prisión o multas más severas, dependiendo de la situación y del impacto en el ejercicio de las funciones de la autoridad.

La diferencia clave radica en la intensidad de la oposición y el impacto que esta tiene en el desempeño de la autoridad.

La pena por delito de desobediencia a la autoridad grave es de tres meses a un año de prisión o multa de 6 a 18 meses.

¿Buscas un abogado penalista?

Perosna que ha sido detenida por desobediencia a una orden de la autoridad

¿Necesitas un abogado experto en delitos contra la autoridad?

¿Cuándo no se considera delito de desobediencia a la autoridad?

No se considera delito de desobediencia cuando no existe una oposición firme y persistente que impida el ejercicio de las funciones policiales.

Aunque puedan existir conductas irrespetuosas o de falta de consideración hacia los agentes, estas, si carecen de la intensidad suficiente, son clasificadas como desobediencia leve. Este tipo de actos no son considerados delitos y se encuadran como infracciones administrativas.

En este sentido, el artículo 37.4 de la Ley Orgánica 4/2015 de Protección de la Seguridad Ciudadana incluye como infracciones leves las “faltas de respeto y consideración hacia los miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad en el ejercicio de sus funciones, siempre que dichas conductas no constituyan infracción penal”.

Determinar si una conducta es desobediencia grave o leve no siempre es sencillo. La diferencia radica en factores como la legitimidad de la orden, la forma de la oposición y su impacto en el ejercicio de la autoridad. Este análisis es fundamental para valorar si se trata de un delito o de una simple infracción administrativa. 

Por lo tanto, en casos de desobediencia leve, como cuando un agente de policía ordena desalojar una zona pública, no procede la detención. Si esta se realiza, es recomendable valorar la presentación de una solicitud de habeas corpus para garantizar los derechos del afectado.

¿Qué pasa si no le abres la puerta a la policía?

El artículo 18.2 de la Constitución Española, garantiza la inviolabilida del domicilio. Salvo en casos de flagrante delito o con autorización judicial, la entrada en un domicilio requiere el consentimiento del titular.

Negarse a permitir la entrada a tu domicilio sin orden judicial no constituye delito. Sin embargo, si existe una orden judicial y te niegas, estarías incurriendo en desobediencia grave. 

¿La negativa a someterse a un control de alcoholemia supone un delito de desobediencia a la autoridad?

Negarse a realizar un control de alcoholemia constituye un caso claro de desobediencia grave, regulado en el artículo 383 del Código Penal. Esta conducta no solo es considerada una negativa a acatar las órdenes legítimas de la autoridad, sino que también se tipifica como un delito autónomo debido a la trascendencia que tiene para la seguridad vial. La pena por negarse a someterse a una prueba de alcoholemia es de 6 meses a 1 año de prisión y retirada de 1 a 4 años del carnet de conducir.

¿Qué hacer si te han denunciado por desobediencia contra la autoridad?

Si enfrentas una denuncia por este delito, estos pasos pueden marcar la diferencia en tu defensa:

  1. Mantén la calma: Evita cualquier reacción que pueda empeorar la situación.
  2. Consulta con un abogado especializado: Un profesional en derecho penal analizará tu caso y te explicará tus opciones.
  3. Reúne pruebas: Registra cualquier evidencia que pueda demostrar que la orden no era legítima o que no fuiste debidamente notificado.
  4. Evita declaraciones sin asesoramiento legal: Esto puede prevenir errores que puedan perjudicarte en el proceso.

El delito de desobediencia contra la autoridad puede cambiar drásticamente el rumbo de tu vida si no actúas a tiempo. Contar con un abogado penalista defensor no solo te ayuda a entender tus derechos, sino que puede ser la diferencia entre una sanción injusta y una resolución favorable. Si has sido acusado, no lo dejes al azar: protege tu futuro y ponte en las mejores manos. ¡Estamos aquí para ayudarte!

Soy Víctor Ávila, abogado penalista, y quiero ayudarte.

Abrir Whatsapp
Víctor Ávila Abogado Penalista
Hola, soy Víctor Ávila, Abogado Penalista ¿En qué puedo ayudarte?