El delito de estafa constituye una de las infracciones patrimoniales más relevantes dentro del Código Penal español, debido a su impacto económico y social. En este artículo vamos a profundizar en el delito de estafa agravada.
¿Qué es el delito de estafa?
El delito de estafa se comete mediante engaño suficiente, induce a error a otra persona para que realice un acto de disposición patrimonial en perjuicio propio o de un tercero
Sin embargo, el Código Penal contempla una serie de circunstancias agravantes que incrementan la gravedad del delito y, en consecuencia, la pena aplicable.
¿Qué es la estafa agravada?
El artículo 250 regula los supuestos de estafa agravada cuando concurre alguna de las siguientes circunstancias:
Estafa sobre bienes de primera necesidad, viviendas u otros bienes de reconocida utilidad social
Se agrava la pena cuando la defraudación recae sobre bienes esenciales para la vida, como alimentos, medicinas o viviendas. La jurisprudencia ha señalado que esta agravante solo se aplica cuando la vivienda objeto del delito es la primera residencia del perjudicado, y no una segunda vivienda o una adquirida con fines de inversión.
Abuso de firma de otro o alteración de documentos oficiales
Incluye supuestos en los que el defraudador obtiene la firma del perjudicado bajo engaño o utiliza documentos públicos de forma fraudulenta. No se aplica cuando el fraude se basa únicamente en la utilización de claves de acceso a cuentas bancarias, ya que estas no tienen la consideración de «firma».
Estafa que afecte al patrimonio artístico, histórico, cultural o científico
Se agrava la pena cuando el engaño recae sobre bienes de especial valor patrimonial. No es necesario que el bien esté formalmente declarado de interés cultural; basta con que tenga un valor intrínseco reconocido.
Especial gravedad por el perjuicio causado o la situación económica de la víctima
Esta agravante tiene en cuenta el impacto que la estafa produce en la víctima, más allá del simple valor económico de lo defraudado. La jurisprudencia ha determinado que esta agravación se aplica cuando el perjuicio supera los 50.000 euros o afecta gravemente a la estabilidad económica del perjudicado.
Defraudaciones superiores a 50.000 euros o con múltiples víctimas
La cuantificación del daño patrimonial es clave en la aplicación de esta agravante. En la actualidad, el límite está fijado en 50.000 euros, aunque antes de la reforma de 2010 se establecía en 36.000 euros.
Abuso de confianza en relaciones personales, profesionales o empresariales
Esta agravante se aplica cuando el defraudador se aprovecha de su relación de confianza con la víctima o de su reputación profesional para cometer el delito. La jurisprudencia ha precisado que no toda relación personal es suficiente para su aplicación, sino que debe existir un plus de confianza.
Estafa procesal
Se comete cuando el fraude se ejecuta dentro de un procedimiento judicial, manipulando pruebas o utilizando engaños procesales para inducir a error al juez y obtener una resolución favorable. Es un delito de peligro concreto, que se consuma con la emisión de la resolución judicial, aunque el perjuicio patrimonial aún no se haya materializad.
Multirreincidencia en estafas
Se agrava la pena cuando el autor del delito ha sido condenado por al menos tres delitos de estafa previos. No se tendrán en cuenta los antecedentes cancelados o susceptibles de cancelación.
Pena por estafa agravada
El artículo 250 del Código Penal establece las penas por estafa agravada en un intervalo de uno a seis años de prisión y multa de seis a doce meses.
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La estafa hiperagravada en el artículo 250.2 del Código Penal
El artículo 250.2 del Código Penal establece un régimen de hiperagravación para la estafa, imponiendo penas de prisión de cuatro a ocho años y multa de doce a veinticuatro meses en los siguientes supuestos:
Concurrencia de al menos dos de las siguientes circunstancias agravantes:
- Especial gravedad, atendiendo a la entidad del perjuicio y a la situación económica en que quede la víctima o su familia.
- Defraudación superior a 50.000 euros o que afecte a un elevado número de personas.
- Abuso de relaciones personales entre víctima y defraudador, o aprovechamiento de la credibilidad empresarial o profesional de este.
- Estafa procesal, consistente en la manipulación de pruebas o cualquier otro fraude procesal que induzca al juez a dictar una resolución que perjudique económicamente a la otra parte o a un tercero.
Concurrencia de alguna de las circunstancias anteriores junto con la agravante de que la estafa recaiga sobre bienes de primera necesidad, viviendas u otros bienes de reconocida utilidad social.
Cuando el valor de la defraudación supere los 250.000 euros.
Este régimen responde a la necesidad de imponer una sanción más severa a las estafas que generan un daño económico masivo o afectan a un gran número de víctimas. La jurisprudencia ha sido rigurosa en su aplicación, exigiendo que las circunstancias agravantes estén plenamente acreditadas en los hechos probados de la sentencia, evitando su aplicación automática o extensiva.
El papel del abogado defensor en un caso de estafa agravada
Cuando una persona es imputada por un delito de estafa agravada, la intervención de un abogado experto en estafas resulta clave para garantizar sus derechos y construir una estrategia de defensa sólida. Desde la fase de instrucción hasta el juicio oral, el abogado trabaja en desmontar los elementos del delito o, en su defecto, atenuar la pena.
En aquellos casos en los que la acusación solicite penas de seis años de prisión, el abogado defensor puede negociar un acuerdo de conformidad con la fiscalía para rebajar la pena a dos años de prisión con suspensión de condena, evitando así el ingreso en prisión si concurren los requisitos legales para ello.
Además, la defensa puede cuestionar la existencia del engaño bastante y su relación causal con el perjuicio patrimonial, elementos esenciales para la configuración del delito. También podrá impugnar la concurrencia de agravantes, argumentando, por ejemplo, que el perjuicio económico no alcanza el umbral de 50.000 euros exigido para ciertas formas agravadas, o que la relación de confianza entre víctima y acusado no fue determinante en la comisión del delito.
Si te enfrentas a una acusación por estafa agravada, no dejes tu futuro al azar. Un abogado penalista experto en delitos contra el patrimonio puede analizar tu caso en profundidad, diseñar una estrategia de defensa eficaz y luchar por la mejor solución posible, ya sea la absolución, la rebaja de la pena o la suspensión de condena. Cada detalle cuenta en un procedimiento penal, y una defensa bien planteada puede marcar la diferencia. Contacta hoy mismo con un profesional y toma el control de tu defensa.
Soy Víctor Ávila, abogado penalista, y quiero ayudarte.